
Ya no hay caza sangrienta
en nuestra vida. Buscando paz,
la red el poderoso silencio -el amor
es ciego y oscuro su recinto-
¡Despierta! pequeña parte envoltura de mí. Conocí esta prisión
en círculos abiertos... La primera de las horas caída la hermosura siempre verde, y dorado y nevado tu dulce silbido. ¡Oh voz! palpitante,
¡Oh las cosas, oh el alma! desposeída de ti los ojos fuera de su esfera la cumbre el sol. ¡Oh mi pecho, vivo! y toda en ti, poesía
¡Oh amor! Oh semilla, frontera del verano estación sin más tiempo ni espacio, tan alto, los ahora tristes y afligidos ojos que vieron de tu rostro en el más antiguo corazón). Has de librarme de los daños, vuelvo a ti mi flor deseante tocada por vientos de virtud, del ancho mar. Siemprevivas a mi puerta, a mi cuerpo sin dolor.
MÁRA BELLINI
MÁRA BELLINI
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